Mi hijo me culpa del divorcio

En los casos en los que los hijos culpan a alguno de sus progenitores del divorcio nos enfrentamos a una distorsión del rol familiar.

Cada persona siente y percibe la realidad de una manera, de manera que la manera de valoración será subjetiva, pero no por ello debemos de resignarnos a sentirnos culpable por divorciarnos. El divorcio es un proceso libre, nadie es mejor o peor por estar divorciado.

La decisión de casarse y divorciarse es personalísima de manera que nadie debería de entrometerse en las decisiones ajenas. Tal vez desde el punto de vista de nuestros hijos pueda ser una mala decisión, pero la pregunta serian para quien.

Efectivamente muchos hijos preferirían que los padres seguirían juntos. De hecho se desprende de la idea infantil de todo hijo que quiere que sus hijos estén juntos y la idea de separación les genera inseguridad.

Media España está divorciada, por lo que no es algo extraño ni traumático. Ahora bien, lo que si puede ser traumático puede ser la manera de gestionarlo, pues si es disfuncional en ocasiones lo hijos toman partido en cuestiones de adultos y es el momento en el que todo se distorsiona generando malestar y daño familiar.

Mi hijo me culpa del divorcio

Si los dos padres refuerzan la idea de que la separación o divorcio es una situación que va a seguir manteniendo en la seguridad a los hijos, estos no deben de sufrir perjuicios, pues de hecho tienen mayor capacidad de adaptación que los adultos.

En ocasiones es el otro cónyuge o sus familiares allegados los que influyen negativamente con frases y actitudes tales como:

Tu padre/padre se ha ido con otro/a.

Y es algo que no ayuda, pues saca lo peor de unos y otros.

En ocasiones simplemente es una mala reacción del hijo que no tiene la madurez ni recursos para asumir y superar el cambio que supone que sus padres se separen. En estos casos será muy interesante poder trabajar ambos padres separados conjuntamente y si es necesario, con ayuda profesional. EL gran problema es cuando el padre o madre de nuestros hijos tiene comportamientos en contra de nosotros utilizando a los niños.

Mis hijos no me quieren

Es importante recordar que las relaciones familiares pueden ser complejas y que los sentimientos de los hijos pueden cambiar a lo largo del tiempo debido a una variedad de factores. Aquí hay algunas cosas que puedes considerar:

  1. Comunicación abierta: Trata de tener una comunicación abierta y sincera con tus hijos. Escucha sus preocupaciones y opiniones sin juzgar. Permíteles expresar sus emociones y brinda un espacio seguro para que compartan sus sentimientos contigo.
  2. Reflexiona sobre tu relación: Examina tu relación con tus hijos y reflexiona sobre cómo has sido como padre. ¿Has estado presente en su vida? ¿Has mostrado interés genuino por ellos? ¿Has brindado un ambiente seguro y amoroso? Reflexionar sobre tu papel como padre puede ayudarte a identificar áreas en las que puedas mejorar.
  3. Busca asesoramiento profesional: Considera la posibilidad de buscar asesoramiento o terapia familiar. Un profesional puede ayudarte a comprender mejor la dinámica familiar y brindarte estrategias para fortalecer tu relación con tus hijos.
  4. Construye una relación gradualmente: Si sientes que la relación con tus hijos se ha deteriorado, puedes trabajar en fortalecerla gradualmente. Tómate el tiempo para realizar actividades juntos, mostrar interés en sus vidas y demostrarles tu amor y apoyo de manera consistente.
  5. Mantén la paciencia y el compromiso: Reconstruir una relación puede llevar tiempo y esfuerzo. Mantén la paciencia y el compromiso en el proceso. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Con perseverancia y amor, puedes trabajar en mejorar la relación con tus hijos.

Recuerda que cada situación familiar es única, y es importante buscar ayuda profesional y apoyo de amigos y seres queridos durante este proceso.

Dónde deben vivir los hijos de padres separados

La forma en que se decide dónde vivirán los hijos de padres separados depende de varios factores, incluyendo el acuerdo alcanzado por los padres, las leyes y regulaciones locales, y lo que se considere lo mejor para el bienestar de los niños. Aquí hay algunas opciones comunes:

  1. Custodia compartida: En muchos casos, los padres optan por la custodia compartida, lo que implica que los niños viven parte del tiempo con uno de los padres y parte del tiempo con el otro. Esto permite que los niños mantengan una relación cercana y equilibrada con ambos padres.
  2. Residencia principal con uno de los padres: En algunos casos, se puede decidir que los niños vivan principalmente con uno de los padres, mientras que el otro padre tiene derechos de visita o tiempo compartido acordado. Esto puede deberse a factores como la disponibilidad de vivienda, la estabilidad o la capacidad de los padres para cuidar a los hijos.
  3. Residencia con un solo padre con visitas regulares: En situaciones en las que uno de los padres no tiene la capacidad de cuidar a los hijos o hay razones legales o de seguridad para limitar el tiempo de contacto, los niños pueden vivir con un solo padre y tener visitas regulares con el otro padre.

Es importante recordar que la decisión sobre dónde deben vivir los hijos después de la separación debe basarse en el mejor interés de los niños y debe ser tomada con la debida consideración de su bienestar físico, emocional y psicológico. En algunos casos, puede ser útil buscar la orientación de profesionales, como abogados de familia o mediadores, para ayudar a los padres a tomar decisiones equitativas y beneficiosas para los hijos.

Cómo explicar a un niño de 4 años la separación de sus padres

Explicar la separación de los padres a un niño de 4 años puede ser un desafío, ya que los niños a esa edad tienen un nivel limitado de comprensión y pueden tener dificultades para procesar información emocionalmente cargada. Aquí hay algunas pautas para ayudarte a abordar el tema de manera adecuada:

  1. Mantén un lenguaje simple y claro: Utiliza un lenguaje sencillo y palabras que el niño pueda entender fácilmente. Evita tecnicismos o detalles complicados. Por ejemplo, puedes decirle algo como: «Mami y papi han decidido vivir en casas separadas».
  2. Destaca que no es culpa del niño: Asegúrale al niño que la separación no es su culpa y que ambos padres lo aman mucho. Dile que los problemas entre los adultos no tienen nada que ver con él y que seguirá siendo amado y cuidado por ambos padres.
  3. Sé honesto, pero sin entrar en detalles: No es necesario que entres en detalles sobre los problemas maritales o los motivos detrás de la separación. Simplemente puedes decirle que los papás no se llevan bien y han decidido vivir en casas separadas para que todos estén más felices.
  4. Brinda seguridad y estabilidad: Enfatiza que, aunque las cosas cambiarán, el niño seguirá siendo amado y cuidado por ambos padres. Asegúrale que siempre tendrá un lugar seguro y hogar en el que vivir, así como personas que lo cuidarán.
  5. Responde preguntas y escucha: Es posible que el niño tenga preguntas después de la explicación inicial. Está preparado para responder de manera honesta y sencilla. Escucha sus preocupaciones y emociones, y bríndale el espacio para expresar sus sentimientos.
  6. Evita involucrar al niño en los conflictos: Asegúrate de que el niño entienda que el divorcio es una cuestión entre los adultos y que él no tiene que tomar partido o resolver los problemas. Evita hablar negativamente del otro padre frente al niño.

Recuerda que cada niño es diferente y puede tener diferentes reacciones y niveles de comprensión. Algunos niños pueden necesitar más tiempo para procesar la información y pueden tener preguntas adicionales en el futuro. Mantén un ambiente de apoyo y amoroso, y considera buscar la ayuda de un profesional si el niño parece estar luchando emocionalmente.